Revisión Histórica del Significado del Tamaño del Cuerpo de la Mujer
Observa cómo siempre hemos sido curveadas y bellas, no busques la delgadez extrema, ya que es una moda ridícula, antiestética y antinatural, resultado de sociedades confundidas y hambrientas, no sólo de comida, sino de mucho significado y consciencia en sus vidas.
Si observas la siguientes imágenes te darás cuenta cómo a través de la historia, las mujeres curveadas siempre han sido símbolo de belleza y fertilidad (si tienes duda, ¡pregúntale a los hombres!):
1) Estatuillas de mujeres en diversas culturas antiguas:
2) Mujeres ideales de la Edad Media:
3) Mujeres ideales a mediados del siglo XIX (1866):
4) Mujer demasiado delgada para el siglo XIX (considerada no bella por su "extrema delgadez"):
5) Comienza en los años 20´s la moda de la extrema delgadez, reflejo de una sociedad inconforme, confundida, decadente, etc.:
6) En los 40´s y 50´s, Jane Russell y Marilyn Monroe pusieron nuevamente el orden...
7) Pero más o menos por los mismo años, Audrey Hepburn y Grace Kelly pusieron nuevamente de moda la delgadez extrema, y de ahí hasta nuestra época, así sigue siendo la moda:
8) Tiggy fue una gran impulsora de esta moda en los 60´s:
9) Nuestros tiempos...
Es importante destacar que, a menos que tengas un metabolismo privilegiado (10 % de la población mundial), es muy difícil llegar a los estándares actuales de delgadez sin morir de hambre en el intento. Es imposible seguir tus señales de hambre y saciedad normales, y llegar a esas dimensiones de delgadez extrema.
Así que, mujer: busca un peso saludable donde te sientas feliz y fuerte, pero al mismo tiempo sin matarte de hambre. Lo que definitivamente no se vale es ser sedentaria, ¡practica el movimiento físico que más te inspire! Moverse es un placer y una alegría, encuentra tu movimiento y realízalo diariamente.
Espero que después de leer este artículo se sientan mejor bajo su propia piel.
¡Mis mejores deseos para todas ustedes!
Fuente:
The Psychology of Eating: From Healthy to Disordered Behavior, de la Dra. Jane Ogden.